El “Scratch” no mostró su mejor fútbol en
Basilea y cayó por la mínima con autogol de Dani Alves.
Brasil jugó a media máquina
y dio una imagen muy diferente, sin garra y muy apagada 1 a 0 terminó el amistoso jugado en Basilea
gracias a un autogol en propia puerta anotado por Daniel Alves en un error
inexplicable, que fue corolario del estado de forma de pretemporada que lució
la Canarinha.
Alves remató contra su portería pretendiendo
despejar un centro al área de Seferovic, pero el lateral derecho del Barza no tenía ningún oponente suizo
alrededor que le forzara a tomar un riesgo de tal magnitud.
Brasil
jugó
a medio gas y dio una imagen muy diferente, sin garra y mucho más apagada, de
la que ofreció hace dos meses en la final de la Copa Confederaciones, en la que
ganó a España por 3-0.
Neymar
fue
buen ejemplo del estado de forma de Brasil. El delantero del Barcelona sólo dispuso de un buen tiro a puerta
en la primera mitad y además, reclamó un penalti por un tirón de la camiseta
que no vio el árbitro.
La selección brasileña fue de más a menos,
con una primera parte con algo más de toque, en la que tuvo unas contadas
ocasiones de marcar, sobre todo en incursiones individuales de Neymar o en una jugada trenzada entre Oscar y
Hulk.
Suiza,
más rodada, aprovechó la falta de rodaje de Brasil y mantuvo bien la
posición para evitar cualquier atisbo de igualada en la segunda parte, tras el
gol afortunado que cedió Alves.
La rueda de cambios de la segunda parte
propició la caída de ritmo, que fue más evidente en la última media hora de
juego.
Por Rocío Guerrero
Foto: Difusión
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