Novak Djokovic tuvo que
levantar cinco bolas de partido para doblegar a Andy Murray en la final de
Shanghai (China) por 5-7, 7-6 (13-11) y 6-3, después de tres horas y 21 minutos
de lucha titánica.
La tensión del choque fue tan
fuerte que ambos rompieron una raqueta. Novak lo hizo al perder por cuarta vez
su servicio en el primer set (Andy lo cedió en tres ocasiones), lo que
significó el 6-5 para el británico, que luego cerró la manga con su saque
(7-5).
Murray la rompió al final del segundo capítulo, que se decidió en un tremendo tie-break que necesitó más de veinte minutos y 24 puntos. De ellos, cuatro fueron bolas de partido para Andy, que antes tuvo otra con 5-4 y saque.
Murray la rompió al final del segundo capítulo, que se decidió en un tremendo tie-break que necesitó más de veinte minutos y 24 puntos. De ellos, cuatro fueron bolas de partido para Andy, que antes tuvo otra con 5-4 y saque.
En el tercero, Murray aguantó hasta el 3-3, pero, con problemas en la pierna izquierda, tuvo que ceder, no sin dejar de pelear en una pista en la que estaba invicto, tras ganar en 2010 y 2011.
Para Djokovic fue su triunfo 70 y su quinto torneo del año; 33 en el total de su carrera y su 13º Masters. Ya ha ganado seis de los nueve torneos de esta categoría y ha jugado las finales en todos. Y con los mil puntos que suma en Shanghai, amenaza ahora el número uno de Federer. Sólo está a 195 puntos del suizo.
"Podría haberse ido (el partido) para el otro lado. Él tuvo cinco puntos para ganar. Cuando tengo puntos de partido, intento concentrarme en cada uno de ellos de manera individual", explicó Djokovic sobre una de sus especialidades; ganar 'tie-breaks'.
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