EL SILENCIO DE LOS INSOLVENTES

Por: Juan Carlos Ortecho - Periodista deportivo
Fuente: adfp-sd.com



¿Es un club de fútbol un negocio rentable? El fútbol peruano está en 
quiebra. Endeudados hasta la camiseta y con INDECOPI tocando la 
puerta, los clubes más importantes del país tienen los días contados. 
Sin embargo, no estamos solos en nuestras desventuras del balón: en 
la economía del fútbol europeo no todo es prosperidad.


En las páginas deportivas abundan las postales millonarias de Messi y 
la Champions League. Pero estas no dan cuenta de una silenciosa 
realidad de grandes deudas, insolvencias e incertidumbre económica.
En España esta semana el gobierno reveló que la deuda de los clubes 
de primera división con el fisco supera los 750 millones de euros. 


La deuda general acumulada por La Liga es mayor a los 4 mil millones 
de euros.  Glasgow Rangers, el club más exitoso y popular de 
Escocia entró en un  proceso de quiebra y reestructuración el mes
pasado. La situación de desregulación financiera en la Liga Premier 
inglesa (con deudas de casi 4 mil millones de libras esterlinas) es tan 
preocupante que el Parlamento Británico ha elaborado un informe con 
recomendaciones para reformar la administración de los clubes.
La UEFA a su vez está haciendo cumplir  un conjunto de medidas 
específicas bajo el nombre de UEFA Financial Fair Play a fin de evitar 
que los clubes europeos gasten más de lo que ganan.


En Perú, muchos coinciden en que la ruta del proceso concursal 
decretado por el gobierno nos debe llevar a la tierra prometida de las 
sociedades anónimas.


En un futuro ideal nuestros clubes se formarán a imagen y semejanza 
de los gigantes de Europa: instituciones con una visión empresarial 
equipadas para captar inversión privada.  ¿Son las sociedades 
anónimas la respuesta al descalabro? ¿O se trata de un problema 
de gestión?
La Universidad San Martín, cuyo club de fútbol es una sociedad 
anónima y ejemplo de eficiencia, obtiene beneficios indirectos pues el club reporta operar a déficit. Entonces, ¿Hacia dónde tenemos que 
mirar para encontrar respuestas?


DIOS SALVE A LA LIGA PREMIER


La gran mayoría de clubes de fútbol británicos fueron fundados como 
compañías de responsabilidad limitada en el siglo XIX. Sin embargo, la 
comercialización a gran escala recién llegó con la  Liga Premier en 
1992, cuando grandes cantidades de dinero comenzaron a entrar por 
concepto de mercadeo y venta de derechos televisivos. Desde 
entonces y de la mano de los éxitos deportivos del  Manchester 
United y en menor medida el Arsenal, el Chelsea y Liverpool, 
millones de hinchas a nivel mundial miran a la Liga Premier como un 
ejemplo a seguir cuando se habla del fútbol como un producto de 
consumo masivo.


Una mirada más cercana a la  experiencia inglesa sin embargo nos 
habla de clubes que si bien han batido récords de ingresos en la 
década pasada, también han acumulado cerca de 2 mil millones de 
libras esterlinas en pérdidas y  una deuda que supera los 3 mil 
millones.


Análisis de capital social, utilidades/pérdidas de ligas europeas. Bajo 
estándares convencionales del mercado deberían quebrar en dos años. 
Fuente: AT KearneyMuchos expertos  explican que ninguna empresa 
exitosa es ajena el concepto mercantil de deuda sostenible. En Inglaterra, 
sin embargo, algunos funcionarios del gobierno han empezado a inquietarse 
con el futuro del fútbol como negocio y expresan preocupación por el 
modelo actual, caracterizado por la ausencia de regulación en 
materia financiera.


Los entendidos en reestructuración de empresas quebradas anotan 
que como en todo rubro económico, en el fútbol mundial algunos 
prosperan, otros sobreviven y unos cuantos perecen (es decir, se 
liquidan). David Conn, columnista de The Guardian especializado en 
fútbol y negocios, no está necesariamente de acuerdo: “Los  clubes de 
fútbol son mucho más que una empresa, si bien la élite se desarrolla 
sobre preceptos económicos,  la base tiene una naturaleza 
fundamentalmente social. El hincha invierte no solo su capital 
financiero en el club, sino también su capital humano y emocional”


LA PRUDENCIA ALEMANA


Un  estudio de la Universidad de Coventry reveló que desde 1992 un 
total de 92 clubes de fútbol en Inglaterra fueron declarados insolventes 
(figuran entre ellos equipos tradicionales como Leeds United, 
Portsmouth, Queens Park Rangers, etc.) Mientras tanto en el mismo 
período, ningún club conoció lo que es la insolvencia en  la no tan 
glamorosa liga alemana. Cero versus noventa y dos. ¿Cuál es el 
secreto? Hasta hace un par de décadas todos los clubes alemanes eran 
asociaciones deportivas controladas en un 100% por sus socios.
Sin embargo, ante los nuevos vientos que soplaban en la industria y la 
necesidad de competir con otros gigantes del balompié europeo, los 
equipos incluyeron la participación de  sociedades de 
responsabilidad limitada independientes del club, con la finalidad 
de atraer nuevas inversiones. 


La reglamentación más estricta de la liga germana estipula que el  50 
por ciento más uno de las acciones deben ser controladas por los socios, 
lo cual asegura que, en primer lugar, las finanzas del club no se manejen 
de manera irresponsable y segundo, que los mismos mantengan arraigo 
social con la comunidad a la que pertenecen.


Ránking de ligas europeas de la consultora AT Kearney que toma en 
cuenta índices de ingresos y capital social versus activos coloca a la 
Bundesliga en primer lugar. Fuente: AT Kearney“El resultado es que durante las 
últimas tres temporadas la Bundesliga ha sido catalogada por Deloitte como 
la más rentable del mundo”, señala  Wayne Vesey, corresponsal en Alemania 
para el portal Goal.com.


Por otro lado, las  estrictas regulaciones en materia financiera
que obligan a los clubes alemanes a presentar información sobre sus 
presupuestos y gastos previstos, inciden en que las deudas que 
mantienen en el sistema representen solo un pequeño porcentaje de 
su capital. Clubes como el  Bayern Munich, no tienen deudas en el 
sistema financiero y pueden darse el lujo de contratar a jugadores de 
clase mundial como Ribery, Robben y Mario Gómez.


“Cuando los clubes pueden gastar lo que quieren como en la Liga 
Premier, se les hace muy difícil a los  equipos alemanes competir 
deportivamente con ellos”, explica Antonia Hagemann, directora del 
proyecto  SupportersDirect, una organización sin fines de lucro que 
aboga por incrementar la participación de los hinchas en los clubes 
ingleses. “Sin embargo”, continúa Hagemann, “el modelo cooperativo 
alemán no es necesariamente ajeno al éxito, mientras que  lo que 
existe en Inglaterra es una carrera de ratas donde el fútbol se ha convertido 
esencialmente en una marca a la que no le interesa la regulación”.


PERFUME SEDUCTOR
Colin Shindler es el autor de un hermoso libro titulado  “Manchester 
United arruinó mi vida” en el cual narra como él, fanático del 
Manchester City, tuvo que presenciar los triunfos europeos de su 
archirrival el United mientras su club se hundía en la tercera división. 


Lejos estaba de imaginar que poco tiempo después un jeque de los 
Emiratos Árabes Unidos compraría al City, mudaría la razón social a 
Dubái y luego de desembolsar 500 millones de libras esterlinas en una 
temporada y armar un equipo de ensueño con figuras como  Tévez, 
Kun Agüero, Balotelli, David Silva, entre otros, volvería a pelear 
por el título del fútbol inglés después de cuatro décadas. A Shindler, 
sin embargo, nada de esto lo impresiona: “Se han llevado a mi amor, 
la han envuelto en un vestido de seda y la han rociado con el más 
seductor perfume árabe. Pero ya no la reconozco”, se lamenta.
¿Sociedades anónimas? “Bienvenidas”, dice  Miguel Ángel Salino, 
especialista en gestión deportiva de la UPC, “Pero sin recurso humano 
calificado ni cultura deportiva en el país no significarán nada”. 


El riesgo de buscar una solución estrictamente empresarial a los problemas 
del fútbol radica precisamente en eso: olvidar que los clubes (tengan o no 
la misma relevancia económica que la venta de emolientes,como dice 
el abogado Alfredo Bullard) se conforman tanto con capital financiero 
como con capital humano.


De ser exitoso el camino trazado por el  Decreto de Urgencia del 
fútbol, no solo debemos preguntarnos si las ansiadas sociedades 
anónimas nos traerán prosperidad y eficiencia, sino qué sistemas de 
supervisión y control se pondrán en juego (tanto de parte de las 
autoridades como de los hinchas) para que estas instituciones no 
caigan en las manos equivocadas. Otra vez.

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