En 2010, el brasileño Robson Rocha sufrió el mismo incidente, aunque el desenlace fue muchísimo peor. La astilla le entró por la pierna y le terminó perforando el abdomen, por lo que perdió la vida en el hospital.
La historia de José P. no dista demasiado, aunque la sacó barata. El joven empresario barcelonés de 26 años fue a disputar un partido con la Peña Sang Culé del FC Barcelona por la división Preferente.
En una acción del juego, José se deslizó para alcanzar un balón, pero terminó incrustándose una astilla de parquet, de 40 centímetros, en su muslo izquierdo. Afortunadamente, sólo será una dolorosa anécdota, ya que el futbolista está fuera de peligro porque el fragmento de madera no tocó ninguna arteria.
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