Walter Oyarce Domínguez fue un gran aficionado del fútbol y, tras su desaparición física el sábado 24 en el Monumental de Ate, todos hablan de su admiración por Alianza Lima, pero muy pocos saben que él acompañó fervorosamente al siempre querido y tradicional Deportivo Municipal.
Lo conocí en 2006, tenía 17 años y llegaba siempre al estadio junto con la llamada Franja Sur, una filial en el cono sur de Lima de la Banda del Basurero (BDB), la barra oficial del "Muni".
Walter siempre vio el mundo de manera positiva, y cuando en las reuniones de barra del "Muni" surgían las discrepancias o las críticas, él siempre buscaba el lado bueno de las cosas y amistosamente invocaba al consenso y las buenas relaciones humanas.
Nunca lo vi molesto u ofuscado, siempre tenía una broma lista, la sonrisa a flor de piel y expresaba respeto hacia todos.
Fue el barrio y los amigos quienes lo llevaron a seguir al equipo de la comuna. "Chiki", actual integrante del Comité Central de la BDB, lo llevó; eran amigos de toda la vida.
Oyarce nunca ocultó su pasión blanquiazul, pero eso no impidió que formara parte del grupo, pues, como decía, su corazón estaba dividido en dos partes: una con los colores blanquiazules y la otra con la franja roja.
En la BDB era conocido como el "Loco", tenía un polo con la insignia del "Muni" en la parte delantera y su apelativo estampado en la parte posterior.Por principios, en la Banda no importa la condición social ni económica, menos aún el color de la piel o la posición política, pero sí el aliento, es decir, en la tribuna nadie puede estar en silencio, se debe cantar todo el partido. Walter cumplió con ese requisito.
Era un edil más. Y acompañó a la Academia en el ascenso de 2006. Estuvo en casi todos los encuentros, y también en el partido del ascenso ante San Marcos.
"Walter era completamente positivo, y si algo salía mal, él le encontraba el lado bueno", señaló Arturo, exvicepresidente de la BDB.
"El Loquito nos acompañó en 2006, 2007 y 2008. Ese año dejé de verlo en la tribuna, pero siempre estuvo ahí, alentando, gritando, amando a la Academia", recuerda.Arturo señala que Oyarce disfrutó el ascenso de la Academia, y que también sufrió con el descenso a Segunda División. "Estuvo con nosotros, literalmente en las buenas y las malas", aseveró el hincha edil.
Todos guardan un grato recuerdo del "Loquito" y expresan su tristeza por su temprana desaparición. Joel, actual tesorero de la barra del Municipal, resalta que Oyarce Domínguez era "una buena persona, decidida, solidaria y siempre iba para adelante".
El exdirigente edil Giovany Rocío evoca con alegría a Oyarce, y menciona que en 2006, año en que Municipal retornó a Primera División, siempre trató de estar cerca de los jugadores, para darle ánimos y bromear con ellos.“Como te comenté en el velorio, el ‘Loquito’ era una gran persona, y lo digo de verdad, siempre estaba alegre y dispuesto a apoyar. Es una gran pena su desaparición y de la manera en que se produjo”, puntualizó.
Por esta razón, para quienes lo conocieron, no resultó extraño que en el velorio de Walter hubiese una corona de flores con la inscripción: “Siempre con nosotros. Tus amigos de la Banda del Basurero.”Ayer, Walter hubiera cumplido 24 años y habría celebrado con todos sus amigos. Sin embargo, eso no pudo ser, porque un grupo de delincuentes camuflados de hinchas puso fin a una vida de la manera más absurda y cobarde.
La sociedad, y quienes conocimos a Walter, pedimos a las autoridades que no haya impunidad, que la justicia aplique las sanciones penales que correspondan, con el mayor rigor, y muestren al país que de verdad estamos cambiando.
Fuente: Andina
Lo conocí en 2006, tenía 17 años y llegaba siempre al estadio junto con la llamada Franja Sur, una filial en el cono sur de Lima de la Banda del Basurero (BDB), la barra oficial del "Muni".
Walter siempre vio el mundo de manera positiva, y cuando en las reuniones de barra del "Muni" surgían las discrepancias o las críticas, él siempre buscaba el lado bueno de las cosas y amistosamente invocaba al consenso y las buenas relaciones humanas.
Nunca lo vi molesto u ofuscado, siempre tenía una broma lista, la sonrisa a flor de piel y expresaba respeto hacia todos.
Fue el barrio y los amigos quienes lo llevaron a seguir al equipo de la comuna. "Chiki", actual integrante del Comité Central de la BDB, lo llevó; eran amigos de toda la vida.
Oyarce nunca ocultó su pasión blanquiazul, pero eso no impidió que formara parte del grupo, pues, como decía, su corazón estaba dividido en dos partes: una con los colores blanquiazules y la otra con la franja roja.
En la BDB era conocido como el "Loco", tenía un polo con la insignia del "Muni" en la parte delantera y su apelativo estampado en la parte posterior.Por principios, en la Banda no importa la condición social ni económica, menos aún el color de la piel o la posición política, pero sí el aliento, es decir, en la tribuna nadie puede estar en silencio, se debe cantar todo el partido. Walter cumplió con ese requisito.
Era un edil más. Y acompañó a la Academia en el ascenso de 2006. Estuvo en casi todos los encuentros, y también en el partido del ascenso ante San Marcos.
"Walter era completamente positivo, y si algo salía mal, él le encontraba el lado bueno", señaló Arturo, exvicepresidente de la BDB.
"El Loquito nos acompañó en 2006, 2007 y 2008. Ese año dejé de verlo en la tribuna, pero siempre estuvo ahí, alentando, gritando, amando a la Academia", recuerda.Arturo señala que Oyarce disfrutó el ascenso de la Academia, y que también sufrió con el descenso a Segunda División. "Estuvo con nosotros, literalmente en las buenas y las malas", aseveró el hincha edil.
Todos guardan un grato recuerdo del "Loquito" y expresan su tristeza por su temprana desaparición. Joel, actual tesorero de la barra del Municipal, resalta que Oyarce Domínguez era "una buena persona, decidida, solidaria y siempre iba para adelante".
El exdirigente edil Giovany Rocío evoca con alegría a Oyarce, y menciona que en 2006, año en que Municipal retornó a Primera División, siempre trató de estar cerca de los jugadores, para darle ánimos y bromear con ellos.“Como te comenté en el velorio, el ‘Loquito’ era una gran persona, y lo digo de verdad, siempre estaba alegre y dispuesto a apoyar. Es una gran pena su desaparición y de la manera en que se produjo”, puntualizó.
Por esta razón, para quienes lo conocieron, no resultó extraño que en el velorio de Walter hubiese una corona de flores con la inscripción: “Siempre con nosotros. Tus amigos de la Banda del Basurero.”Ayer, Walter hubiera cumplido 24 años y habría celebrado con todos sus amigos. Sin embargo, eso no pudo ser, porque un grupo de delincuentes camuflados de hinchas puso fin a una vida de la manera más absurda y cobarde.
La sociedad, y quienes conocimos a Walter, pedimos a las autoridades que no haya impunidad, que la justicia aplique las sanciones penales que correspondan, con el mayor rigor, y muestren al país que de verdad estamos cambiando.
Fuente: Andina
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