Nuestro fútbol nacional era denominado un espectáculo realmente deleitable. Los espectadores, que quienes con sus familias llenaban los escenarios deportivos para poder disfrutar y gozar del buen fútbol, comenzaron a perder ese ritmo de asistir a los estadios.
Al pasar los años nacieron las conocidas barras bravas que fueron acaparando a los hinchas que solo iban a alentar a sus equipos. Anteriormente se veía a personas de distintos clubes entreverados en los campos deportivos. Hoy en día no pueden puesto que se irían a la violencia.
En la actualidad han ocurrido lamentables hechos que enluten el fútbol peruano (Caso Walter Oyarce, Bryan Huamanlazo, etc.).
¿QUÉ HACER?
Los clubes deberían hacer programas de concientización con sus barras organizadas y ver la manera de que ganen ellos al igual que sus hinchas, que semana a semana van a alentar al equipo de sus amores y proponerse a cambiar actitudes para que sea haga una cadena y así poder neutralizar la violencia en el fútbol.
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