A variados rincones de nuestra capital aún les faltaba disfrutar de la versión 2014 de la Copa Perú. Un torneo que año a año inicia con la Etapa Distrital en febrero –o marzo– como fue el caso de las ligas limeñas de Miraflores, Comas o Surco, por mencionar algunas. No pierde su ingrediente principal, ese estilo informal (debido a la organización) que pareciera perdurará por muchísimos años más.
No solo la ausencia de jugadores en los gramados de juego son la real impresión que deja el ‘fútbol macho’, a ello se suma la falta de DNI’s de algunos de los deportistas, que bien por casa o quién sabe por dónde las dejaron y, por tanto, no se les permite formar parte del juego. Y es que para disputar un partido de Copa Perú el deportista debe portar su carnet de futbolista más su DNI, sin embargo, aún ocurren curiosidades como las vistas este último fin de semana y que contamos líneas anteriores. Y no solo basta con eso.
Hombres ajenos a los partidos, es decir, los que no son actores principales del juego y más bien son aquellos que imparten la justicia, llegan tarde a los escenarios en los cuales se disputarán los partidos. Son ellos quienes deben dar el ejemplo, un gran ejemplo que repercutiéndolo en la cancha hacen que el público no les guarde el respeto durante los partidos. Los árbitros tienen un ya usual estilo de entrar al terreno de juego a destiempo que solo provoca que los cotejos se reduzcan a 60 u 80 minutos por partido. ¿Justicia? Queda fuera de las canchas amateurs.
Así solo nos queda mirar los encuentros con estos condimentos que solo cambiará si el ‘fútbol macho’ se reforma, más no suprimiéndolo (como algunos recomiendan), porque al fin y al cabo quien sigue la Copa Perú sabe que excluir dicho torneo del país sería matar una masificada corriente de pura pasión.
Por Juan Pablo Huertas
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