Este año en el campeonato de Segunda División fueron dos los clubes que fueron separados por incumplimiento de pagos. El primero fue el Alianza Cristiana de Andoas (Loreto) y el segundo fue el histórico Sport Áncash. Los ancashinos solo pudieron disputar 17 fechas, debido a que descendieron por deudas. Sin embargo, el presidente del club, José Mallqui, hizo una jugarreta que le costó caro a los jugadores. Esto se desarrollará líneas más abajo.
CUATRO TRO TROTRO (8)
Sport Áncash tuvo el récord de técnicos en este campeonato, a pesar de que disputó menos juegos que los demás. A inicios de año se hicieron con los servicios del colombiano José ‘chepe’ Torres, un conocido en estas tierras. Con el vinieron jugadores de peso como Renzo Benavides, Leonardo Mina Polo, Juan Carrillo, entre otros. Sin embargo, el ‘chepe’ tan solo dirigió ocho partidos en los que consiguió dos victorias, tres empates y tres derrotas. Esto le valió su destitución del cargo como técnico.
De ahí en adelante tres entrenadores se hicieron cargo del equipo. Lo más anecdótico es que cada uno duró tres fechas. Un dato que se quedará para las estadísticas y la historia. Miguel Guzmán se hizo cargo desde la fecha 9 a la 11 (un empate y dos derrotas), Giancarlo Riega de la 12 a la 14 (una victoria, un empate y una derrota) y Víctor Bullón de la 15 a la 17 (tres derrotas). Así, Bullón dirigió el último encuentro del Áncash como club de fútbol con una derrota por 4 a 0 ante Alfonso Ugarte en Puno.
UNA CHEQUEADITA
En sí, la campaña de los ancashinos fue para el olvido. Con tres victorias, cinco empates y nueve derrotas se concluye que los jugadores no estuvieron a la altura del campeonato. Sin embargo, hubo algunos jugadores que sobresalieron sobre los demás. Entre estos estuvo el delantero Joao Villamarín que terminó como el goleador del equipo con seis anotaciones. Otro que tuvo un rendimiento aceptable fue el arquero colombiano Juan Carlos Mosquera.
¿Y AHORA QUÉ PASA?
La ‘Amenaza Verde’ sufrió la eliminación del torneo de ascenso por no pagar las deudas pendientes que tenía con la Agremiación, o sea con los futbolistas (lo mismo pasó con Alianza Cristiana). Entonces, Mallqui, presidente del club, decidió desaparecer la institución y refundarla con el mismo nombre para poder jugar en la Copa Perú.
Si seguía con el nombre original no hubiera podido en ninguna competición. Así, los jugadores que militaban en el club no pudieron pagarles y tal vez, ni siquiera les pague lo que les debe. Una decisión vergonzosa por parte del presidente por donde se le mire. Ahora, el ‘nuevo’ club se llama Sport Áncash FC. y juega la segunda división de la liga de Huaraz.
Por André Salas
exactamente lo mismo que han hecho muchos clubs de la segunda en el campeonato peruano, cambiar la razon social, no es los mas etico pero ¿veias otra salida?, porque lo que dices ya lo sabe todo el mundo, tu nota seria trascendente si ofrecieras opciones
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