TE LO CONTAMOS PARA QUE LO CUENTES... LO QUE NO SE VIÓ DE LA PRIMERA FINAL DE LA COPA PERÚ 2013


Es innegable toda la fiesta que produce la Copa Perú, por lo que no podía ser la excepción la primera final del torneo realizado en Chancay (Lima). No solo fue un 0-2 a favor de San Simón, sino además se apreciaron situaciones que no pudieron ser captadas por las cámaras de televisión y que te contaremos a continuación.

MULTITUDINARIA AFICIÓN NO MOSTRADA

Verdaderos hinchas y algunos otros amantes del buen 'fútbol macho' fueron los que se dieron cita al estadio Rómulo Shaw Cisneros en el distrito de Chancay (Huaral). En suma el considerable y vistoso marco de asistentes bordeaba entre 4 mil a 5 mil personas, que por cuestión de ubicación no pudo ser filmada por las cámaras del dueño de la transmisión del partido (Panamericana en conjunto con Best Cable) debido a que el estadio posee una sola tribuna -la de occidente- donde estuvieron ubicados hinchas y cámaras de transmisión. La gran cantidad de asistentes en tribuna trajo como consecuencia que un pequeño sector se ubique en los alrededores de la cancha, detrás del cerco. 

El 'Pelícano' hizo de las suyas.

A falta de espacio la gente se colocó en los alrededores.

Otros optaron por pagar la entrada a algunas casas aledañas y observar desde lo alto de éstas la primera final en el 'norte chico' limeño. Sin duda, local en tribuna era Unión Huaral que llevó el 95% de asistentes; sin embargo, no se debe menospreciar a los moqueguanos que apoyaron a los suyos a pesar de no ser el San Simón el club más representativo de su localidad.

Inventados 'palcos VIP'.


ENTRETENIMIENTO FUERA Y DENTRO DEL ESTADIO 

Para amenizar el partido de ida no faltaron los periodistas Jorge Solari de Fútbol en América y Víctor Hugo Dávila de Enemigos Públicos. El primero divirtiendo a la afición en las afueras del escenario deportivo, por motivos de fuerza mayor. Mientras que el segundo hacía de las suyas con la gente en tribuna, aprovechando el entretiempo y la libre labor que podía ejercer. El ganador, sin duda, fue el público que se entretuvo con los dos periodistas.


Un punto en particular para mencionar ocurría cuando San Simón se le encimaba en ataque al 'Pelícano', trayendo consigo el silencio local y permitiendo se pueda escuchar la ruidosa música del evento de al lado: una feria familiar. Cuando el conjunto huaralino tomaba el balón, se oía a la hinchada otra vez predominando en Chancay.

Como se puede apreciar al fondo, la feria no pasó desapercibida.

GRAN NÚMERO POLICIAL

Antes y durante el partido la cantidad de contingente policial era la correcta, dentro y fuera del estadio; pero mejor fue la medida que se tomó sobre el final. Cuando faltaban 10 minutos para el término del juego, la cantidad de efectivos incrementó pues iban llegando de a pocos (cerca 30 polícias se sumaron) para salvaguardar un buen final de fiesta. Mejor aún fue el comportamiento de los hinchas locales que ni siquiera intentaron agredir a sus jugadores por el mal resultado y solo se fueron con la cólera por dentro.



TRABAJO ARBITRAL

Era noticia sabida que el encuentro iba a ser tomado con total formalidad y seriedad, así ya se había hecho anticipada mención que 6 serían los hombres de negro que impartan justicia. Los 4 jueces de juego (principal, asistentes y cuarto) fueron árbitros FIFA, mientras que otros 2 hicieron lo propio detrás de cada arco. El desempeño de todos fue el correcto. 


¡NO! ENTRADA A PERIODISTAS

Al ingreso de la puerta principal del estadio se encontraban los controladores y receptores de las entradas haciendo su labor; sin embargo al lado de ellos había un trabajador claramente entendido que formaba parte del canal dueño de la transmisión televisiva (porque tenía puesto un polo con el logo de la televisora), quien supervisaba que los otros medios no pudieran ingresar con cámaras filmadoras. Entendible hasta cierto punto de querer cuidar el negocio invertido pero ello, a la vez, trunca y condiciona completamente la labor de todos los colegas, en especial la de otros medios televisivos como le pasó al periodista Jorge Solari que no pudo grabar en el propio estadio sus conocida previa.

No fue todo. Al final del partido, cuando ya el árbitro había dado por concluído todo, el comisario hizo caso omiso al llamado de los periodistas para que permita el ingreso al campo y continuar con la labor periodística, simulando una llamada de teléfono. Cuando los vídeo-reporteros se retiraron, recién el comisario se acercó para decirles que no abrirían las rejas, excusándose con que no lo hacía por cuestiones de seguridad; lo más raro fue que ya se había aprobado el ingreso a la prensa. Después de esto, varios colegas reclamaron, pero nunca se entendió la negativa del comisario. Sus palabras nunca tuvieron fundamento y, lamentablemente, todos los jugadores ya se habían dirigido a vestuarios.


Por: Juan Pablo Huertas
Fotos: Jorge Montenegro Hoyle
Colaboración: Pasion Redonda

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