EL CAMINO DE LOS CAIMANES PARA LLEGAR A LA PRIMERA DIVISIÓN

Los Caimanes son los líderes de la Segunda División nacional con 48 puntos con dos puntos más sobre su más cercano perseguidor Alfonso Ugarte y cinco sobre Atlético Torino. El cuadro dirigido por el experimentado técnico Teddy Cardama tiene al colombiano Roller Cambindo, Mario Gómez, Marco Casas y Carlo Elías como sus principales figuras.

EL RIVAL

A falta de dos fechas para que culmine el campeonato, la única misión de los de Puerto Eten es sumar de a tres los dos próximos partidos. Este domingo a las 3 de la tarde, los chiclayanos visitarán Pucallpa para enfrentarse al Defensor San Alejandro. En condición de visitante deberá sumar de a tres y esperar que los de Puno no sumen punto alguno en su visita al Sport Boys. Estos dos partido se jugarán el mismo día y a la misma hora, para evitar cualquier suposición.

En tanto, si su travesía a tierras selváticas no se da con un triunfo deberá esperar una derrota de Ugarte en el Callao. Por ejemplo si los puneños gana y Los Caimanes empatan, los de Chongoyape deberán sumar de a tres para forzar un partido de desempate en una cancha neutral. Si los dos equipos ganan, también están en la obligación de ganar en el siguiente encuentro ante Huracán de local para salir campeón.

También existe un escenario negativo para los dirigidos por Cardama. La derrota de estos y una victoria de los de “Ropero” Flores los alejaría definitivamente del campeonato, luego de tener un punto menos que ellos. En cambio, si Ugarte empata o pierde y Caimanes gana se convertirían en los nuevos inquilinos de la Primera División 2014 por sacarle 4 o 5 puntos a su cercano perseguidor.

Estos resultados varían luego que los de Puno sumarán tres punto en mesa, luego que les toca enfrentarse al ya descendido Alianza Cristiano. Es por eso que se contabilizan los tres puntos que les correspondería. Por último, Cardama y sus dirigidos tienen la obligación de sacar los seis puntos que faltan para cerrar una buena temporada en la Segunda División.

Por André Salas

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