La 12 había preparado todo. Se organizó para meter presión a la visita. El fin justificaba los medios. Ya nos habíamos cansado de recurrir a chamanes y cuyes; era momento de que la hinchada que en los partidos que hemos jugado de local se mostró siempre pasiva, demuestre que no somos "las lornas de Sudamérica". Entonces, con su banderazo afuera de la VIDENA, su apoyo desde tribuna en la práctica previa eran más que una motivación para los 11 que nos iban a representar en la cancha. ¿Quién no iba a hacerlo cuando contaba con semejante apoyo?. ¿Adivinen quién o quiénes? La respuesta: nosotros.
Los uruguayos tomaron esto como su motivación. Se juraron cobrar venganza. Y al final, no duerme, sigue soñando con el Mundial.
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UN EQUIPO BLANCO Y ROJO
Tan blanco que lució pálido y tan rojo que lució colérico. Entraron a la cancha con toda la presión de las estadísticas, con eso de que "un día como hoy hace 32 años clasificamos por última vez a un mundial" que daba vueltas en sus cabezas a cada momento. Pero lucimos pálidos, cuando tuvimos que pararnos frente al rival e ir a cada pelota con tanta fe como la del hincha. Porque eso iba a ser. Las tácticas y versos estaban demás. Claro que Markarián trabajó en un planteo, pero la actitud eso no se practica, eso nace.
SIN SENTIMIENTOS
Así se juega un partido de eliminatorio (que nos quisieron vender como clasificatorias). Se llama así porque en el camino quien no pone lo que hay que poner va quedando rezagado. Y entonces, teniendo a tu cargo las ilusiones de todo un pueblo atrás, no debes tener sentimientos al rechazar el balón, al tirarlo a la tribuna, al provocar al rival. Todo vale en este el "torneo más difícil y competitivo de todos". Uruguay metió todo y nos sacó del Mundial. Nos hizo guardar las espampitas y ahora nos obliga a sacar los ábacos y calculadoras.
CELESTE AUNQUE NOS CUESTE
Luis Suárez ha tenido a lo largo de su carrera muchos cuestionamientos. Le han dicho: racista, antipático, malcriado. Pero nadie le podrá cuestionar la entrega por su selección. Todos recordamos su mano descarada en Sudáfrica 2010 ante Ghana para evitar un gol cantado. Pero no fue así. Uruguay forzó los penales y ganó. Quedó entre los 4 mejores del mundo. Fue campeón en la Copa América organizada por su archirival, Argentina. Y Suárez fue figura siempre. Tiene carácter, es picón y provoca al rival. Ese es el valor agregado de un futbolista hoy por hoy. Tiene gol y es capaz de abrirse su propio camino cuando las cosas no pintaban para sus intereses. Sino que lo diga Advíncula (uno de los más bajos en Perú, lució nervioso y hacía faltas continuamente) que trabó en el área al delantero celeste que encontró lo que buscó: el penal.
El primer tiempo, Uruguay lo supo aguantar. La bicolor tuvo chances de gol, 3 chances 3, y las falló todas. Pizarro en sus pies (estaba adelantado pero nadie se dio cuenta), luego el mismo Claudio con un cabezaso que Muslera arrojándose logró contener y después "Cachito" erró en el mano a mano ante el arquero. Pero entonces Suárez se puso el traje de héroe con el penal que provocó y el mismo definió. Era el castigo por tanta pasividad de cara al arco. Fue algo que no estaba en los planes de nadie. Y entonces todo se fue al demonio. Mas cuando Yotún le hizo foul al cargoso charrúa, le tiró la pelota con las manos y lo quiso levantar a la fuerza. El árbitro argentino Loustau lo botó. En 5 minutos Luis Suárez tiró abajo la moral de todos los peruanos.
NOS IMPORTÓ UN PITO
Y tocaba hablar del árbitro. Si la justicia no existe en el fútbol, entonces para que poner un juez. El argentino Loustau estaba dejando jugar. El ritmo del partido lo ameritaba, pero el problema surgió cuando su "criteriometro" sufrió un desperfecto, sancionando unas si otras no, dejándose ganar la moral por los uruguayos además.
Lo del final del encuentro con un hincha entrando al campo del Nacional dispuesto a agredir lo no es para celebrar, pero da bronca que nos pongan siempre estos árbitros. Nuestro peso dirigencial es peso pluma y esa es otra de las cosas de las que no podemos cambiar.
¿MAGO O ILUSIONISTA?
Es cierto que la expulsión rompió esquemas. Pero Don Sergio no tuvo magia. La defensa se vio desnuda, entregada ante los contragolpes uruguayos. Fue una decisión loca meter a Vargas. Quiero entender que fue para levantar la moral de sus compañeros, pero esto no era tan sencillo. El 11 peruano estaba grogui, sintió el gol(pe) y no tuvo otro camino que abrir la cancha y terminar las jugadas centrando.
Se pudo haber probado más de afuera. Cruzado se entregó, fue el mejor valor, pero pudo haber pateado al arco provocando rebotes. La marca celeste fue férrea. Se jugaron este partido como una verdadero final y se la llevaron.
Ya de nada sirven los spots publicitarios, los afiches, ya nada nos motiva. Ver a Farfán llorando fue un sentimiento compartido. Otra vez afuera de un Mundial. Otra vez el casi. Otra vez a pensar desde cero.
ALINEACIONES
PERÚ: Raúl Fernández; Yoshimar Yotún, Alberto Rodríguez, Christian Ramos, Luis Advíncula; Josepmir Ballón, Rinaldo Cruzado, Luis Ramírez; Jefferson Farfán, Claudio Pizarro y Paolo Guerrero. DT: Sergio Markarián.
URUGUAY: Fernando Muslera; Maxi Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres;, Walter Gargano, Egidio Arevalo Ríos, Edinson Cavani, Diego Forlán, Cristian Rodríguez; Luis Suárez. DT: Óscar Tabárez.
ÁRBITRO: Patricio Loustau (ARG)
ESTADIO: NACIONAL (LIMA)
ALINEACIONES
PERÚ: Raúl Fernández; Yoshimar Yotún, Alberto Rodríguez, Christian Ramos, Luis Advíncula; Josepmir Ballón, Rinaldo Cruzado, Luis Ramírez; Jefferson Farfán, Claudio Pizarro y Paolo Guerrero. DT: Sergio Markarián.
URUGUAY: Fernando Muslera; Maxi Pereira, Diego Lugano, Diego Godín, Martín Cáceres;, Walter Gargano, Egidio Arevalo Ríos, Edinson Cavani, Diego Forlán, Cristian Rodríguez; Luis Suárez. DT: Óscar Tabárez.
ÁRBITRO: Patricio Loustau (ARG)
ESTADIO: NACIONAL (LIMA)
Por: Adhemir Cavero Chavera
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