Mañana un hombre, nacido en estas tierras, cumple 50 años. Mañana celebra ‘Bodas de oro’, pese a que ya bordea los 78 abriles. Víctor Benítez, el ‘Conejo’, defendió la camiseta del Milan y, en 1963, conquistó la ‘Liga de Campeones’, al superar por 2-1 al Benfica del temible Eusebio.
Hoy, el ‘guerrero’ reposa en su casa de Santa Catalina y su nombre está en la historia del balompié mundial. Por ello, con mucho gusto, habla de su pasado y del presente donde un compatriota puede alcanzar la gloria como él lo hizo.
Tienes el récord de ser el único peruano que ganó la ‘Champions’.
Es un orgullo y lo sentí como un logro para el Perú. Se siente la satisfacción de haber alcanzado la gloria en la ‘Catedral del fútbol’, como se le conoce a Wembley, y nada menos que ante aquel Benfica de Eusebio, el mejor futbolista del mundo en ese momento.
Debes tener miles de anécdotas de ese cotejo.
Llegamos de menos a más a la final. Los portugueses eran favoritos, pero en esa instancia, todo eso solo son detalles. Un descuido generó que Eusebio inaugure el marcador. Ese gol fue por desobedecer al entrenador Nereo Rocco…
¿Cómo es eso?
Yo era el encargado de marcar al zambo. ‘Si es posible lo acompaña a su casa’, me ordenó el técnico. Era la oportunidad para lucirme. Pero (Giovanni) Trapattoni desobedeció en la cancha y me dijo: ‘Yo lo marco’. En un avance, Eusebio lo superó en velocidad y sacó un violento disparo y puso el 1-0. El entrenador le dijo su vida.
Allí, caballero, tomaste la ‘posta’.
Sí, ya no pudo hacer nada el resto del partido y le dimos vuelta con dos goles de José Altafini.
Mi viejo me contó que la ‘Pantera de Mozambique’ era bravo de bravos.
No hubo necesidad de meterle una patada o jugarle fuerte. Tuve que anticiparlo, jugando a la pelota y al instante tenía que generar la salida.
¿Fue emocionante la premiación?
Inolvidable. La reina Isabel nos entregó el trofeo en el palco. Fue como tocar el cielo con las manos. Era el primer título internacional que conquistaba el Milan. Tuvo un sabor especial, porque en ese año la Liga de Campeones solo la jugaban, como dice su nombre, los campeones de cada país. Hoy participan equipos que han quedado segundos o terceros o los que clasifican de un repechaje.
¿Recibió un billetazo por lograr ese éxito?
El mejor premio fue alcanzar la gloria, porque el fútbol era nuestro trabajo y para eso recibíamos nuestro sueldo, hoy se pagan millonadas.
¿Y el recibimiento alucinante?
Un loquerío. El avión que nos trajo de Inglaterra no pudo aterrizar en el aeropuerto, porque el público se metió hasta la pista. La nave tuvo que descender en una pista auxiliar, igual la gente se nos fue encima, nos alzaron en hombros. Fue una muestra de cariño, ya que era la primera vez que el club conquistaba esa ‘estrella’.
Mañana Claudio Pizarro, con el Bayern, podría igualar tu galardón ante Borussia Dortmund y también en Wembley.
Ojalá que la gane. Cuando un compatriota, como Pizarro, triunfa en el extranjero es para sentirnos orgullosos. Le deseo toda la suerte del mundo y ese día alentaré a los ‘bávaros’.
¿Tu concepto del ‘Bombardero’?
Triunfa en Alemania, donde es uno de los goleadores históricos de la Bundesliga y eso es destacable.
¿Es el peruano más exitoso de nuestro fútbol?
No lo creo. Se olvidan de Juan Joya, campeón de la Copa Libertadores y de la Copa Intercontinental con Peñarol (1961 y 1965), Teófilo Cubillas, que ha jugado tres Mundiales (México 70, Argentina 78 y España 82) y marcó 10 goles, y de este servidor, que ganó la Champions.
Por: Carlos Lara
Diario Trome
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