El fútbol es muchas
veces injusto. No gana el que hace mejor las cosas, gana el que anota los
goles. Eso sucedió en el ‘Iván Elías Moreno’ de Villa El Salvador, Deportivo
Municipal tuvo contra las cuerdas al Sportivo Huracán pero no supo liquidar el
resultado y al final fueron los arequipeños los que se llevaron los tres puntos
al Misti.
La alegría y la
confianza que se tenían los jugadores ediles se derrumbó antes de cumplirse el
primer minuto de juego. Apenas a los 56 segundos, Diego Escuza marcaría el
primero para los visitantes tras una pelota que dejó picando el portero Andy
Vidal. Todos los cánticos y la euforia que mostraba ‘La Banda del Basurero’
comenzó a decaer de a pocos.
LA CASA YA NO SE RESPETA
Municipal asustó en dos
oportunidades. Primero a los 6’ con un derechazo de Omar Cuya que pasó muy
cerca del arco rival, y luego con un tiro libre de Carlo Baldo 13’ que el
portero Federico Nicosia tuvo que echar al tiro de esquina para no complicarse.
Corrían los minutos y
los fieles hinchas ediles continuaban alentando hasta que llegó la felicidad
para ellos. José Zurita se disfrazó de ‘10’ y puso un pase entre dos defensores
visitantes a Natalio Portillo que definió por encima del arquero para poner el
empate a los 28 minutos y marcar también su primer tanto con camiseta de la
comuna.
Tras el gol, el primer
tiempo se hizo emocionante y los hinchas arequipeños alentaban sin cesar a sus
colores. Tanto fue su apoyo que Héctor Arenas se tocó de nervios y falló solo ante Vidal, que achicó bien el
disparo del characato.
Para la segunda mitad
vendría lo mejor del partido. Recién transcurridos 4’ del complemento, Marlon
García y Javier Cárdenas traban a Yeison Vinces dentro del área y el juez
Federico Sosa decreta la pena máxima. La oportunidad que tanto se esperaba para
que la ‘Franja’ se ponga arriba en el marcador. El capitán Carlo Baldo se paró
frente al portero y picó el esférico, la gente gritó gol, pero el árbitro
ordenó repetir la ejecución por invasión de terreno de sus compañeros.
Nuevamente Baldo ya sin nervios y con toda la confianza de su hinchada colocó
la pelota en la redes y celebró el segundo tanto edil.
DESILUSIONES
En las tribunas se
pensaba que ya era tiempo que Municipal gane un encuentro y el júbilo que se
mostraba en el banco se fue diluyendo con el transcurrir de los minutos.
A los 72’ el recién
ingresado Jean Pierre Araníbar igualó el cotejo con golpe de cabeza tras un
córner. Otra vez la desazón y los insultos de la barra local comenzaron a oírse,
sobre todo después de ver como sus delanteros no lograban anotar. Una clara
muestra sucedió a los 81’ cuando Jaime Linares no llegó a conectar un centro a
rastrón de Cristian Cuadros dándole la tranquilidad al portero Nicosia que a
estas alturas ya era figura del cotejo.
Ya en las postrimerías del partido, Bryan
Zamora pondría el definitivo 3-2 que hunde cada vez más al glorioso ‘Echa Muni’
en el mes de su aniversario.
ALINEACIONES:
DEPORTIVO MUNICIPAL:
Andy Vidal; Jesús Vila, Carlo Baldo, Alexander Fajardo, Omar Cuya; José Zurita
(David Gonzáles del Valle), Arturo Bustinza, Jaime Linares, Andrés Ota (Edson
Chacaliaza); Natalio Portillo (Cristian Cuadros), Yeison Vinces. DT: ‘Tito’
Chumpitaz.
SPORTIVO HURACÁN:
Federico Nicosia; Junior Chumbiray, Javier Cárdenas, César Doy, Marlon García;
Héctor Arenas (Jean Pierre Araníbar), Edward Salas, Moisés Condori, Marcos
Martínez; Diego Escuza (Bryan Zamora), Luis Pastor (Diego Silva). DT: Julio
Zamora.
Árbitro:
Federico Sosa
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Fotos Exclusivas: Adhemir Cavero / Tribunal Deportivo
Jode perder de esa manera pero si se trata de buscar culpables hay que mirar a un solo lado: Tito Chumpitaz. El equipo necesita un cambio radical para mejorar su rendimiento, sobre todo, su autoestima y su estado emocional que lo tienen en el suelo. El presidente del Muni (Astudillo) tiene que tomar al toro por las astas y tomar decisiones firmes que hagan cambiar el panorama futbolistico del equipo. De no ser asi todas las responsabilidades recaeran sobre su persona. En otras partes, con tres derrotas seguidas botan al entrenador y el Muni le dio el tiempo suficiente para armar y cohesionar un equipo para competir decentemente. Gracias, Tito, pero llegaste a tu techo.
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