"ÁNGEL TE NECESITO", DIJO MOURINHO


José Mourinho lleva tiempo esperando el regreso de su ojito derecho en la plantilla, Ángel di María. El entrenador portugués está como loco por poder escribir el nombre del argentino en la pizarra. Mou achaca el bajón de juego que ha experimentado el Madrid en algunos de los últimos partidos a la ausencia del extremo, que se ha perdido 16 de los últimos 17 encuentros.
"Ángel, te necesito", le ha venido a decir a Di María, que lleva fuera del equipo tres meses prácticamente. Excepción hecha de la media hora que jugó contra el Racing el 18 de febrero, en la que marcó pero también recayó de su lesión en el recto anterior de la pierna derecha.
El zurdo se ha estado recuperando con un fisioterapeuta externo al club, fuera de la Ciudad Deportiva. A Di María no se le ve ve diariamente en las instalaciones de Valdebebas, ya que ha trabajado en una clínica privada. Pero pronto volverá al equipo, ya que la recuperación ha marchado mucho mejor que las anteriores. Ya está listo para trabajar.
La primera intención era que regresara contra el Villarreal. Pero el miedo a una tercera recaída ha provocado que se extremen las precauciones con el rosarino. No se quiere correr ningún riesgo, por mínimo que sea.
Pero si Mourinho tiene ganas de recuperar a su jugador más vertical, más deseoso está Di María de calzarse las botas de nuevo. Ayer tampoco se ejercitó junto a sus compañeros. Sin embargo, su regreso a los entrenamientos está al caer. Será esta semana, puede que incluso hoy.
Así las cosas, el ex del Benfica apunta ahora a la Real Sociedad como fecha posible para regresar. Mou podría darle unos minutos al final del partido, si todo marcha bien y el encuentro está decidido, con la intención de que vaya cogiendo ritmo de cara al tramo final de la temporada, donde el conjunto madridista se jugará la Liga y la Champions. Di María será el fichaje de primavera.
Mou le extraña
Para Mourinho, el concurso de Di María es innegociable. De hecho, la premura en que volviera después de su primera rotura muscular el 31 de diciembre le hizo recaer y volver a romperse, justo antes de la ida de Copa contra el Barça a mediados de enero. La rotura le tuvo un mes en el dique seco, hasta que reapareció contra el Racing. Nueva lesión y de nuevo un mes en la enfermería.
Por eso Mou se debate entre las ganas de alinearle ya -por el luso le hubiera puesto contra el Málaga- y el miedo a perderle. La experiencia le ha enseñado al técnico que más vale prevenir que curar. Por eso guardará a su extremo zurdo como oro en paño hasta que tenga la total garantía de que no se va a volver a romper. Ese momento está ya muy cerca.
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