Al ser anfitrión del próximo Mundial, Brasil no ha tenido el rodaje necesario para ir confeccionando el plantel con el que llegarán a la gran cita del 2014. Por ello, todo partido amistoso es una oportunidad única para Brasil de ir puliendo detalles y de intentar plasmar una idea de juego en el terreno de juego.
Ante Bosnia, el equipo de Mano Menezes realizó un juego bastante pobre, con poco ritmo, poca sorpresa y con un juego colectivo que dejó mucho que desear. De hecho, los locales lucieron mucho mejor que el Pentacampeón en diversas fases del partido.Sin embargo, Brasil se adelantó a los tres minutos de juego gracias a un fuerte remate de Marcelo, tras una jugada de Neymar en el borde del área. La visita comenzó con el pie derecho, pero con el pasar de los minutos se fue desdibujando.
Ibisevic anotó el empate minutos más tarde, luego de un error garrafal de Julio César.El portero brasileño del Inter de Milán está pasando por un terrible momento y eso se vio reflejado en este partido ante Bosnia.
La segunda mitad siguió de la misma manera. Ronaldinho tuvo una noche gris y el resto de los mediocampistas no tuvieron la creatividad necesaria para generar ocasiones de peligro. Neymar y Damiao intentaron algo diferente en el ataque, pero eso no fue suficiente para poner el 1-2 en el marcador.
Conforme transcurrieron los minutos, Mano Menezes fue introduciendo variantes en el equipo canarinho, pero poco cambió el asunto. Eso sí, una jugada del recién ingresadoHulk, terminó en el fondo de las redes gracias a la complicidad de Sasa Papac en tiempo de descuento.
Brasil ganó sin gustar, dejó muchísimo que desear y reflejó el enorme trabajo que tiene Mano Menezes por delante para intentar armar un equipo que aspire a ganar el próximoMundial de 2014. Pasan los años y todavía no se le consigue forma a este proyecto.
Fuente: Goal.com
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