Barcelona sigue con la "Paternidad" y derrotó al Real Madrid en el Bernabéu


El Barcelona se llevó el botín del Bernabéu de la misma manera en la que lo hizo en Liga: remontando un gol inicial de los blancos. Los de Guardiola, gracias a Puyol y Abidal, voltearon el tanto de Cristiano Ronaldo y pusieron cuesta abajo la eliminatoria de los cuartos de final de la Copa del Rey. 

El partido comenzó a jugarse antes del pitido inicial, pero sólo 60 minutos. Mourinho no dio ni la convocatoria ni el once hasta que la gente ya estaba practicamente sentada en las gradas del Bernabéu. Su táctica, pintores de brocha gorda a costa de los artistas de los lienzos. Ni rastro de virtuosismo hasta la delantera: Marcelo dejó su puesto a Coentrao, y Kaka' y Özil, que se turnaban, tuvieron que repartirse los asientos del banquillo. Además, Altintop entraba al lateral derecho y Carvalho en el centro de la zaga para propiciar un trivote Alonso, Lass y Pepe. Guerreros con el mono de trabajo que acabaron pareciendo fontaneros en el centro de una inundación

La idea del Real Madrid estaba clara: plagar el campo de minas para evitar el juego fluído del Barcelona de siempre, salvo en la portería. En la primera mitad, el juego en conjunto de los de casa fue superior a las carencias individuales. Enfrente sucedió lo contrario. El Barcelona dominó territorialmente, pero Cristiano Ronaldo anotó la primera que tuvo con la colaboración de Pinto. El luso se marchó en velocidad y consiguió los centímetros justos sobre Piqué para batir de un zurdazo entre las piernas al arquero visitante. 


Quedaba un mundo por delante, y los minutos demostraron que el Barcelona es mucho equipo como para contenerlo tanto tiempo. Alexis probó y se topó con la madera mientras los de Guardiola encontraban una autopista por el lado de Altintop, tan participativo como fallón. Messi e Iniesta entraron por el flanco derecho de los merengues, pero no acertaron a encontrar la portería de un Casillas que transmitió seguridad.

En la reanudación, Xavi encontró la cabeza de Puyolen un saque de esquina para empatar el partido. El córner estaba bien sacado, pero el capitán del Barcelona remató solo y sin marcaje, con Pepe tratando de escabullirse de una bronca segura.

La tendencia cambió y el Madrid fue bajando el rendimiento físico. Mourinho buscó aire en Callejón y Özil, sentando a un desaparecido Higuaín y a Lass Diarrá. El argentino, al igual que Benzema, naufragó de forma escandalosa. 

Para entonces el partido era ya del Barcelona, que tocó  y tocó merodeando la zona de tres cuartos de campo. Los locales comenzaron a llegar tarde a las acciones y el partido se trabó. Ramos iba a la desesperada tratando de achicar agua, Pepe llegaba incluso a pisar la mano de Messi fruto de la desesperación y al Bernabéu el empate le pareció un mal menor. Ni eso se quedó en casa. Messi, desaparecido hasta entonces, encontró una subida por sorpresa de Abidal, que batió sin problemas a Casillas y se llevaba media eliminatoria a Barcelona.

Ya no había Real Madrid ni partido, y los últimos minutos fueron testimoniales. El Barcelona fue, de nuevo, justo ganador del clásico.
Fuente: Don Balón



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